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Erbló de Paco Rebolo... la última frontera.

Ternera Asada

Ternera Asada

La receta de hoy es bien sencilla, aprovechable y jugosísima. Si sobra algo, se congela estupendamente y nos hace un apaño cuando menos lo esperemos. Se trata de un Asado de ternera con guarnición de los que quita el hipo (o, como se decía antes, “que quita las tapaeras del sentío”). Además, como paso previo, haremos un fondo de carne que nos vale para muchas otras preparaciones una vez congelado lo que sobre.

Necesitamos para el fondo de carne:

  • Huesos de ternera (preferiblemente troceados)
  • 2 Puerros (con lo verde), 2 Zanahorias y 1 Cebolla

Se ponen los huesos en la bandeja del horno con un chorro de aceite y se calientan hasta que cojan color o se mueran de vergüenza (lo que pase antes), una vez así, se echan (en frío todo, las verduras en trozos grandes) en una olla con agua (va a depender de la cantidad, pero calculemos unos 2 litros por un par de huesos). Se pone a hervir, se le quita la espuma y se deja unas cinco o seis horas (sí, sí, 5 ó 6 horas) a fuego lento. Se cuela y se reserva.

Para el Asado y la guarnición:

  • 1 Lomo de Ternera de 1 kg. aproximadamente.
  • Patatas, cebolla y tomates al gusto.
  • Aceite, sal, pimienta, hierbas aromáticas
  • Fondo de carne
  • Oporto.

Lo bueno es que podemos preparar previamente la guarnición y reservarla. Se hace de la siguiente forma: Se pelan patatas, cebollas y tomates (a los tomates se les quitan las pepitas para evitar la acidez) y se ponen una bandeja de horno con algo de aceite. Se ponen a unos 180 grados y cuando lleven una media hora se sala y se le añade un vaso de fondo de carne y otro de Oporto. Tienen que quedar tiernas (pero no tanto que lloren viendo Harry el Sucio” porque luego las tendremos que calentar algo).

El lomo lo untamos en aceite y lo pasamos por la sartén para sellarlo, es decir, para que cuando se  ase lo haga en su jugo, sin perderlo ni quedar seco. Cuando coja color, lo metemos sólo en el horno y, a unos 180 ó 200 grados, lo dejamos unos veinte minutos, luego le añadimos un vaso de fondo de carne  para que se empape bien. Lo dejamos otros veinte minutos rociando de vez en cuando con el fondo y luego le añadimos la sal, un chorro generoso de Oporto, las hierbas aromáticas (no hacen falta muchas, algo de romero y tomillo y vamos listos) y algo de pimienta recién molida. Cuando la carne esté por dentro como el culito de un niño (rosadita y no os preocupéis, lo rojo no es sangre), que viene a ser otros veinte minutos. Lo sacamos, lo dejamos que se temple y lo hacemos rodajas que servimos con la guarnición de verduras.

Recuerden, si tienen alguna duda sobre la degustación, mándenme un correo y gustosamente las resolveré a domicilio con el plato por delante. Ustedes ponen el vino, claro.

Publicado en "Apunta, Guía del Ocio del Campo de Gibraltar" de Enero de 2007

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