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Erbló de Paco Rebolo... la última frontera.

Pollo Asado

Pollo Asado

Cualquiera, ante la lectura del título, podría pensar que asar un pollo es un ejercicio casi de parvulitos. Y tiene razón. Pero lo importante en según qué platos no es elaborarlo, sino no estropearlo y eso, desgraciadamente, es lo que vemos constantemente en pollerías, freidurías y demás garitos de mal vivir.

Por tanto, nos planteamos asar un pollo que nos quede jugoso, apetitoso y que sepa a pollo, no a multitud de hierbas o a aceite de cerdo con vino, que son las variantes que se nos ofrecen por doquier, y que, para colmo, pagamos como si de otra cosa se tratara.

En primer lugar, tenemos que escoger a nuestro cómplice. Buscamos un pollo con sabor y que no esté más duro que Charles Bronson en una peli de maderos. Ahora tenemos la posibilidad de encontrar casi de todo, por lo cual yo, desde hace tiempo, he optado por comprar pollos alimentados con maíz. Todo el sabor de los pollos de campo pero nada de durezas extremas, además nos ahorramos curiosos interrogantes sobre si el susodicho ha seguido una saludable dieta mediterránea o se ha limitado a zampar sin ton ni son cualquier pienso (pero no existo). Y no os echéis atrás por el tono amarillo intenso de su piel, es de lo que comen (me estoy acordando ahora de la famosa frase “tienes más mala cara que los pollos de Simago” y de una teoría mía sobre que tener relaciones… mmm… digamos “ilícitas” con un elemento similar es la mayor suma de parafilias posible, pero eso es para un blog X o similar). Además, nos agenciamos una carcasa aparte para elaborar un caldo con el que regar al zagal.

Primero: Ponemos carcasa, zanahoria, cebolla y puerro en una olla a vivir la vida loca durante un par de horas (mejor hacerlo antes y tenerlo congelado para cualquier apuro).

Segundo: Precalentamos nuestro horno durante un cuarto de hora a 180º (Si no tenéis horno dejad de leer en este momento o la página se autodestruirá en 30 segundos).

Tercero: El pollo (que no enjuagamos, simplemente limpiamos con papel de cocina) lo untamos con un poco de aceite por la piel y lo metemos tal cual en el horno. La idea es que se haga en su jugo durante un buen rato, que se ase, pero que no se cueza. A mí me gusta también meterle un poco de limón en la cavidad estomacal con un buen trozo de mantequilla (nada de margarinas ni noséqués de soja).

Cuarto: Mientras se hace (mejor un poco antes, jeje) pelamos unas patatas y unas cebollas y las hervimos troceaditas.

Quinto: Pasada la primera media hora de purgatorio, comenzaremos a regar el pollo con el caldo de antes y un buen vaso de vino blanco. Le incorporamos las patatas y las cebollas y le incluimos un montón de ajos golpeados (el concepto “montón” no es estrictamente matemático, es una cuestión valorativa querid@s lector@s. El concepto “golpeado” en cambio es más metafísico).

A partir de aquí, tenemos que dejar que la naturaleza siga su curso y que las leyes de la física demuestren una vez más su validez. Sólo debemos preocuparnos de regar y regar con el líquido mencionado. Y, casi al final le viene de lujo un vaso de un producto milagroso: Oporto. Justo para que pierda su alcohol, para lo cual ponemos el horno a tope y aprovechamos para que la piel quede crujiente.

A partir de aquí, ponemos en una bandeja grande el pollito con la guarnición (si no os gusta cómo queda ésta, podéis dejarla un rato más en la soledad de la bandeja, para que aprenda) y la salsa rodeándolo todo en hermosa armonía. Una opción para la salsa es echar un poco de agua en la bandeja del horno y llevarlo a reducir en una cacerola. Eso, al gusto.

La sal se la podéis poner ahora. Y más aderezos… ¿para qué? Tendréis un plato rico, fácil y barato. De nada soci@s.

Y recordad que podéis insultarme con placidez.

Para publicar en "Apunta, Guía del Ocio y la Cultura del Campo de Gibraltar" de septiembre.

4 comentarios

Maria -

Nadie nos entiende a los andaluces!!! jajajaja la explicacion muy bien, lo que pasa q la gente esta acostumbrada a ver primero la lista de ingredientes y no leen el resto y claro aqui tienes que leerlo todo. Ahora voy a hacer el pollo y ya contare que tal. Gracias!!

Virginia -

Pues a mí me ha gustado la explicación...se nota que es de mi tierra...Este mediodía voy a hacer el pollo así, a ver como me sale.

ANONIMO -

VALEN CACA
NO AGAN ESTO

Carolina -

Escriban las cosas claras i mas poqito porfas me da flojera leer